DESEO CUMPLIDO

Siempre anhelé que mi vida
Se fundiera con la tuya,
Con ese fuego que abrasa
Y derrite el corazón.
Siempre quise que mis venas
Se convirtieran en tuyas;
Y que la quietud del alma
Se transformara en pasión.

Siempre soñé, desquiciado,
En tenerte entre mis brazos,
Explorando muy despacio
Las riquezas de tu piel.
Siempre soñé, desde niño
Que me amaran con premura;
Eso lo encontré contigo:
Amor dulce, como miel.

¿VALE LA PENA?

¿Vale la pena seguir
El camino sin destino,
Que no lleva a ningún sitio
Y que parece acertijo?

¿Vale la pena ser libre
Si se es preso del pasado,
Pensando en las cosas bellas
Que disfruté yo a tu lado?

¿Vale la pena soñar
Con que tú vas a cambiar,
Sabiendo que cada instante
Lo que haces es empeorar?

¿Vale la pena que vean
Muy bien el cuerpo mortal,
Pero con el alma rota
Y sintiéndose muy mal?

¿Vale la pena vivir
Con el corazón herido,
Que desangra día tras día
Y disminuye el latido?

¿Dime si vale la pena
Amarte con ansias locas?,
-Si para ti son falacias
Las palabras de mi boca-

¿Vale la pena inspirarse
En aquello que hizo daño?
¿Vale la pena pensarte
Sabiendo que fuiste engaño?

No sé si vale la pena
Este verso continuar
Pues lo que escriba ya sobra
Y en nada te va a cambiar!!!!

TU AMOR, OH, MADRE

TU AMOR, OH, MADRE

Hay cosas en la vida que yo quisiera comprender

Y una de ellas es el amor de madre.

Es un amor tan intenso, tan incomparable y grande;

Un amor que es verdadero, que no se podrá inmutar;

¡Qué cariñoso y ferviente es el amor de las madres!

Tan confidente y hermoso, que no habrá en el mundo igual.

Es un amor que ha venido para ofrecernos gran gozo,

Pero éste, no se ha formado de la nada o de repente;

Es un amor poderoso, otorgado desde el cielo,

Que con delicado esmero, Dios ha dado humanamente.

Madre querida, es nuestro deber decirte:

Gracias por todas las cosas que nos has brindado siempre.

Sólo Dios podrá pagarte, dándote la vida eterna

Y a través de Jesucristo con bendición permanente.