jueves, abril 23, 2015

Mía

Mía,
Como el aliento que llevo a diario en mí,
Como el latir de este viejo corazón
Que sigue su ritmo sin pausa...

Mía,
Eres mía,
Como esta mirada que me deja contemplarte,
Como cada idea loca que sale de mi mente,
Como este sentimiento que se enceguese por ti.

Mía, 
Sólo mía,
Como estas venas que se esmeran por vivir
Y que llevan tu nombre a cada parte de mí;
Porque vives aquí dentro, en mi pecho.

Mía,
No lo olvides,
Como la luz solar pertenece al astro rey,
Así, mi vida, eres mía...
Solamente mía y de nadie más.

Viéndome al espejo

Hoy descubrí que el tiempo pasa,
Dejando atrás la vanidad
Del ser carnal, que a edad escasa
Se quiere ir a la eternidad...

¿Por qué no existir por siempre,
Amando y recibiendo amor?
¿Por qué no volver al vientre
De la madre que nos parió?

Viéndome al espejo, veo
Que la vida se acortó,
Que me estoy volviendo viejo,
Y... ¡Que mi barbera me cortó!

He muerto

Pensé, hace mucho,
que mi alma moriría seca,
sin aliento divino...
Pensé que al irte
desaparecería yo, entre tinieblas.

Pensé que si te ibas
caería en lo profundo
de mi triste corazón
hasta perderme y olvidarme.

Ahora ya ni pienso,
me olvidé de mí,
me perdí... morí.